ENSAYO:
“UN SUEÑO POSIBLE”
EQUIPO:
- JAVIER MARTÍN CASTRO LÓPEZ
- ALEJANDRA ESTEPHANY PICIE FÉLIX
- DANIEL ALEJANDRO RUBALCAVA LÓPEZ.
GRUPO:
ME21
LOS MOCHIS, SINALOA, ABRIL DEL 2013
INTRODUCCIÓN
El
presente ensayo expresa pensamientos, vivencias y sentimientos vinculados con
la película “Un sueño posible” que narra una historia verídica de un joven de
raza negra, que tras la separación, a muy temprana edad, de su madre biológica,
vivió vagando de familia en familia, huyendo siempre de cada una, hasta quedar
en el abandono y soledad total.
El
día menos esperado y en el momento más inesperado, ocurre en su vida un suceso
fundamental dando un giro radical,
originando la trama de esta historia, de la que es posible aprender, pero sobre
todo valorar aquello más preciado que posee el ser humano, y del que
afortunadamente gozamos: “familia y amor”.
La
historia nos permite vivenciar la realidad de muchos alumnos que llegan a las
instituciones escolares sin motivación, sin intereses, ni razones aparentes de
estar ahí, podría decirse sin un proyecto de vida ni sentido de la misma;
quienes a pesar de ello, llegan a ser capaces, con el estímulo apropiado, de
descubrir y confiar en su propio potencial.
Los
actores de “Un sueño posible” asumen a lo largo de la historia una postura
definida, los protagonistas de la misma, en esencia, manifiestan una visión
humanista de la vida, aportando a la trama el enfoque que para los fines de
este ensayo resultan esenciales.
“UN
SUEÑO POSIBLE”
“Un
sueño posible” relata un episodio de la vida de Michael Oher alias Big Mike, salido
de un sector de la ciudad de Menphis, Tennessee que pocas personas saben que
existe. Se trata de una historia verídica de un jugador de fútbol americano de
raza negra nacido en la pobreza, cuya madre era adicta al crack y que a corta
edad se quedó sin hogar.
La
historia comienza mientras Michael vivía bajo el cuidado de una de tantas
familias adoptivas por las que pasó, la situación económica no era fácil, por
lo que las discusiones en torno a tener una boca más que alimentar eran
frecuentes, situación por la que el joven decide huir; antes de hacerlo, su
entonces padre biológico le abre las puertas al mayor tesoro que pudo
ofrecerle: educación de calidad.
Por
las condiciones socioeconómicas en las que vivían, el padre adoptivo, es capaz
de anticipar la posibilidad de que Michael sea rechazado o bien, víctima de
discriminación y no aceptación en la nueva escuela, por lo que inicialmente,
conocedor de sus habilidades deportivas acude al entrenador deportivo para que
lo apoye en su ingreso. En la primer reunión de maestros, el colectivo docente
encontraba muchas razones para rechazar a Michael, desde sus calificaciones
hasta el no ser aceptado en otras escuelas; sin embargo el entrenador, enfatizó
en el aspecto humano, toma como referente y emblema la misión de la escuela
hasta lograr remover emociones en sus compañeros, contribuyendo a que se diera
la oportunidad de que este joven sea aceptado en la escuela.
Y
es a partir de este hecho que identificamos un elemento central de la película,
generador de cambios positivos en Mike: la aparición de una maestra del
colectivo docente, de ese grupo que en un inicio encontró innumerables motivos
para no aceptar a este nuevo alumno. El papel de esta profesora resulta clave
para nosotros pues es ella quién abrió las puertas a Michael al permitirse
conocer y aceptar el estilo de aprendizaje diferente de Mike, generando una
estrategia diferente para atenderlo y evaluarlo, e incluso promoviendo entre
sus compañeros docentes esa adaptación al modelo pedagógico. Uno de los
elementos con enfoque humanista que identificamos en este personaje, se
caracterizó, precisamente, por la intervención docente. La maestra se permitió
romper esquemas y fue capaz de identificar y reflexionar sobre el desempeño
académico de Mike en relación con la carencia de familia, afecto y amor; a raíz
de un examen que Michael dejó en blanco en el que únicamente plasmó un dibujo
de un barco navegado sólo por él, y posteriormente encontrar el escrito
“Paredes blancas”. Fue capaz de interpretar el sentir de su alumno, en relación
a sí mismo y con el mundo, este acontecimiento se convirtió en la pista
fundamental para que la intervención de la maestra cambiara, e iniciara una
revolución en su desempeño.
Analizando
este aspecto de la película, reflexionamos sobre nuestro propio desempeño como
docentes, no pudimos evitar trasladarnos a nuestros centros de trabajo, y cada
uno encontró en sus escuelas a nuestros propios “Michael”, siempre hemos escuchado,
e incluso nosotros mismos hemos hablado de que todos tenemos potencial, de que
con motivación, apoyo y orientación adecuados los alumnos pueden mejorar y
superarse, pero luego de reflexionar sobre la historia del filme y sobre las
historias que nos encontramos en la vida escolar nos preguntamos ¿realmente
hemos llevado a la práctica todo esto “que ya sabemos”? intentando dar
respuesta a esta incógnita, dialogando y escuchando nuestras experiencias,
reconocimos en nosotros una evolución, nos percatamos de que no quedamos
estancados, ni en el ámbito personal ni en el profesional, pues hoy nos
reconocemos como maestros capaces de identificar, respetar y apoyar las
distintas inteligencias que nuestros alumnos manifiestan. Comentando al
respecto, encontramos otra escena sustancial de la película, y de la vida misma,
otro factor que influyó en el filme y que de manera permanente se manifiesta en
nuestro quehacer educativo.
En
la película, a los 18 años a Mike le ocurre algo fundamental mientras vagaba por
una de las calles, se ve envuelto por una situación inesperada y sorpresiva, se
encuentra a una familia adinerada, por la que es adoptado y aquí esta historia
da otro giro, sumamente emotivo y conmovedor. Durante la película la madre, se
dedica a apoyar a Michael a fortalecer su autoestima, destruída por sus
vivencias infantiles. Hablando de esto, nos preguntamos ¿a qué grado la familia
determina e influye en la calidad de vida de una persona? Poniendo especial
atención en este aspecto, percibimos en el filme, cómo, aún en las condiciones
más adversas, con amor, afecto, cariño y confianza puede emerger un ser humano
capaz, bondadoso, productivo y al servicio de la comunidad.
Puntualizamos,
no sólo por lo analizado en la película sino por experiencias personales y
laborales, la importancia que adquiere el apoyo familiar y la fuerza que ejerce
el amor, afecto y cariño que ésta puede brindar en la vida de una persona,
reconocemos lo estimulado que puede resultar un individuo que goza de este
apoyo; sin embargo, no consideramos que sea un factor tan determinante, somos
seres humanos que día a día nos construímos y renovamos, cada instante nos da
la oportunidad de elegir un rumbo nuevo, nos vemos condicionados por
características diversas más no determinados como algo definido; hoy somos
capaces de concebir al ser humano así, somos capaces de vernos a nosotros
mismos como personas no determinadas y de igual forma logramos ver a nuestros
alumnos con estas características.
En
nuestras realidades escolares encontramos alumnos tan distintos como diversos
son sus orígenes, y comentando al respecto encontramos que esas diferencias se
derivan de distintos motivos, pareciéndonos de los más relevantes, y
destacables incluso en la película, las características individuales de cada
persona, como la genética, estilos de aprendizaje o inteligencias múltiples y
los contextos y/o situaciones familiares que los rodean.
Dialogando
sobre nuestros alumnos, cada uno expresó a grandes rasgos cómo los percibíamos,
comentábamos cómo algunos eran muy hábiles para cuestiones lógico-matemáticas,
otros para aspectos lingüísticos, otros tantos para las artes, algunos más
destacados en lo deportivo, y cómo sus fortalezas enriquecían a los grupos a
los que pertenecían, aunque en el común de los casos, inteligencias distintas a
las matemáticas y de lenguaje eran poco valoradas por otros docentes; sin
embargo resultó ser un elemento común en nuestro equipo que reconocemos que
existen variedad de estilos para aprender, y que forma parte de nuestro
quehacer educativo diversificar nuestras formas de enseñar, de evaluar, de
actuar y de intervenir como docentes.
Reflexionar
en torno a todo lo anterior, nos llevaba a viajar en el tiempo, del presente,
al pasado, en aquél momento en el que nosotros estuvimos en el lugar en el que
nuestros alumnos están ahora, y recordamos, incluso acompañados de sonrisas, de
cariño y de otras emociones, a los maestros que durante nuestra escolarización
cruzaron por nuestras vidas.
De
manera significativa, recordamos a aquéllos maestros que no sólo se encargaron
de enseñarnos los contenidos que la currícula marcaba, sino a aquéllos maestros
que dejaron una huella en nuestra vida y nuestro corazón. Compartimos, incluso
en un tono de voz tierno, a maestras que nos acompañaron en el inicio de
nuestra escolaridad, en preescolar y los primeros años de primaria, quienes se
caracterizaron por comprender nuestros temores y mostrarnos su lado afectivo.
Hicimos
una especie de viaje a través del tiempo, recorriendo los niveles educativos
por los que pasamos en primaria, por ejemplo, comentamos una vivencia con la
maestra de sexto año quién para abordar los contenidos que le marcaba el
programa siempre se valía de una buena historia para introducirnos al tema o
bien para acompañar el contenido, su capacidad narrativa era tal, que te
transportaba a las escenas que describía, podías incluso experimentar el clima,
el cansancio, o el sentir del personaje de quién hablaba; era capaz de crear un
ambiente de aprendizaje tan confortable que lo aprendido era además de
digerible, muy significativo.
Otra
de las historias suscitadas se dio en el nivel de secundaria, recordamos
aquélla época en la que veíamos el mundo tan complejo, cambiante, pareciendo ir
contra nosotros, o al menos en ese tiempo así lo percibíamos, y es en este
contexto donde aparece el maestro de matemáticas de segundo grado, el encargado
de instruir a sus alumnos en álgebra y la introducción a las ecuaciones, cierto
día mientras entregaba resultados de exámenes quién vivió esta escena de su
vida se encontraba de muy mal humor, al recoger su examen éste se cayó de las
manos del maestro hasta dar en el suelo bajo el escritorio, la molestia que ya
sentía se disparó y la demostración de enojo fue de tal manera que el maestro
se sorprendió, mostró su rostro desencajado, y algo titubeante continuó su
entrega, enseguida dejo salir al resto del grupo y se acercó a su estudiante
molesto para platicar sobre lo ocurrido y mejor aún sobre los motivos de esa
emoción expresada; la sorpresa y hasta cierto punto el desconcierto de lo que
ocurría era evidente ¿realmente le importa cómo me siento? Era la pregunta que
no dejaba de rondar la molesta cabecita, luego de unos minutos de conversación
además de caer en cuenta de que en realidad no había motivos para encontrarse
de ese modo, la relación cambió a un tono más afectivo, en un plano respetuoso,
de admiración y de gran cariño por ese maestro quién dejó de lado las
matemáticas para ir al encuentro de un ser humano que gritaba su atención.
Historias
como ésta, quizá son contadas en nuestras vidas pero aquí lo importante no es
la cantidad de veces que nos ocurrieron, sino la intensidad, la
significatividad y el nuevo rumbo que dio a nuestras vidas haber sido parte de
esas escenas de la vida escolar; para terminar nuestro recorrido en el tiempo
recordamos más recientemente a dos maestros de nivel superior, uno de ellos
maestro de educación física quien era capaz de lograr motivar a tal grado que todo
se olvidaba, era un maestro apasionado, de ideas revolucionarias, habituado a retar
el intelecto de sus estudiantes, consciente de que la capacidad en sus alumnos
para resolver los dilemas, estos retos eran la principal fuente de motivación
para estudiar. La otra de las maestras de quién nos acordamos, también de nivel
superior, coincidía en la pasión por su asignatura, por su profesión, nos
demostraba en cada palabra que decía, y en el lenguaje paraverbal que manejaba
que realmente vivía y sentía el tema del que hablaba, por lo que no era difícil
contagiarnos de su pasión y entrega.
Luego
de recordar y analizar todas estas vivencias personales de nuestra escolaridad
y nuestras experiencias como maestros en servicio, nos sentimos nuevamente
comprometidos con la profesión que ejercemos, con nuestros alumnos y con la
sociedad en la que nos vemos inmersos; y reconocemos que así como nosotros
hemos depositado expectativas sobre nuestro desempeño, y expectativas sobre lo
que nuestros alumnos son capaces de lograr, sabemos que los padres de familia
tienen también expectativas al respecto, en sus propias palabras, según
recordábamos, algunos padres esperan de nosotros y de la escuela simplemente
que enseñemos contenidos a sus hijos, para que ellos posean mucha información,
pero hemos tomado como reto mostrarles un panorama distinto de educación, en el
que ahora sus expectativas, ya no sólo giran en torno a conocimientos y
contenidos, sino que esperan encontrar en sus maestros a personas en las que
pueden confiar, capaces de contribuir a la formación de seres humanos
integrales y con quienes cada día se sienten más comprometidas a participar
activamente en la parte educativa que les corresponde, esta es la nueva
expectativa que hemos generado en los padres de familia que acuden a nuestras
escuelas.
CONCLUSIÓN
Hoy en día, vemos nuestras propias vidas
como una película con escenas de toda índole, durante nuestra infancia y
adolescencia poco nos hicimos responsables de nuestro actuar, en cierto modo
crecimos en una cultura donde dar la oportunidad de elegir a los menores y
sobre todo respetar esas elecciones no es habitual; en ocasiones los adultos
orillan a los niños a seguir ciertos pasos, a tomar ciertos caminos por
considerar que será para ellos lo mejor, aunque pocas veces o prácticamente
nunca se da el espacio para preguntar a esas personitas por quienes se quiere
decidir, qué eligen o qué piensan ellos al respecto. En la película “Un sueño
posible” también aparece una escena similar, a raíz de la cuál surge esta
reflexión a manera de conclusión.
Hoy en día, ya no es posible para
nosotros seguir actuando conforme a lo que cotidianamente habíamos conocido,
hoy tenemos elementos suficientes para ser agentes generadores de cambio, hoy
que somos jóvenes adultos, responsables de educar a pequeños y a jóvenes nos
comprometemos y elegimos no formar parte de ese grupo de adultos desconfiados
de la juventud, por el contrario elegimos acompañarlos en su proceso de
crecimiento personal y no sólo académico, verdaderos orientadores y apoyos de
la conformación de sus proyectos de vida,
fundamentalmente con este trabajo hacemos consciente el compromiso que
tenemos hacia nuestros alumnos como personas potencialmente productivas, al
servicio de la sociedad.
Como maestros, estamos dispuestos a
construir ambientes de aprendizaje en los que se brinde no sólo un espacio para
conocer, descubrir y adquirir conocimientos, sino también un espacio para
aprender a ser, en el que se sientan libres de ser quién son, pero sobre todo,
un espacio en el que sean felices, donde descubran que su potencial les
permitirá llegar lejos, ampliar su panorama más allá del contexto inmediato en
el que se están desenvolviendo.
Asumimos la responsabilidad de formar
parte de una nueva generación de docentes flexible, con adaptabilidad a los
constantes cambios en los que vivimos; comprometidos a fortalecer la unidad
grupal, con miras a que ese trabajo colectivo por un objetivo y metas comunes
se proyecte en la comunidad y contexto inmediato en el que nuestros alumnos se
desenvuelven, entregando a la sociedad personas competentes para vivir y
generar cambios en ella.
Es un excelente aporte. Os felicito
ResponderEliminarTremenda pelicula no me canso de verla pq nos inspira a creer en nosotros mismo,me encanta
ResponderEliminarfelicitaciones chaval
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe pueden dar los personajes de sueños posible
ResponderEliminarola quien me podría ayudar con la película yo quiero saber cual es
ResponderEliminar-la utoderminación
-la autestima